No es que quiera presumir de bicicleta… Pero quitarla hubiese sido alterar de alguna manera la realidad del momento que quería plasmar. Momento del que ha surgido este artículo.
Las flores son sin duda el elemento sutil de las plantas, la expresión de lo más bello que puede surgir de su naturaleza misma y su uso terapéutico es sin duda recomendable ya que puede ser administrado por cualquiera de las vías de las que dispone el cuerpo humano para percibir su externidad. Palabra que me acabo de inventar.
La simple visión de una sencilla margarita abriéndose paso en una grieta del duro asfalto ejemplifica el magnífico poder no ya de la planta en sí, que también, sino de todo lo que es natural, cálido, bello y suave contra la fría rigidez del objeto inerte del que tanto se complace el pobre señor Smith.
De las flores y de las plantas en general se pueden extraer sus propiedades de diversas maneras, ya sean decocciones para aprovechar sus principios activos, preparaciones de aceites y tinturas tanto para uso interno como externo en forma de cremas, maquillajes, ungüentos, etc. Sobre todo esto, e incluso lo siguiente que voy a comentar, hay sobrada información circulando por ahí, así que me evito la fatiga de relatar los métodos y me limito simplemente a dejarles un link y a comentar, sugerir o criticar…, o, mejor dicho, señalar la incoherencia que encuentro en la práctica de ciertos métodos.
El método de preparación de tinturas madre según el famoso sistema del Dr. Bach conlleva una especie de ritual en el que el alquimista, llamémosle así, ha de extraer de la flor su energía más sutil para almacenarla en un frasquito en donde tenerla disponible para cuando surja la necesidad. El ritual consiste esencialmente en volverse uno con la planta considerándola como al ser vivo que es, con los mismos derechos que uno mismo, a quien se le va a pedir su sacrificio para el beneficio de la salud propia. Una serie de meditaciones previas; la selección de las flores que se van a cortar sin que afecte al conjunto de la planta; el empleo de herramientas naturales; la hora del día en que se va a llevar a cabo; el lugar; etc., conforman el proceso haciendo del conjunto un momento sátvico con las indiscutibles ventajas que ello supone para la salud.
La incoherencia la encuentro en el almacenamiento del producto final. Cierto es que parece útil tener un frasquito con una esencia natural para usar cuando aparece algún desequilibrio en el campo emocional, que es el campo que trabaja este sistema; pero si el producto final, para su conservación debe mezclarse al 50% con brandy o con vinagre de manzana, (si no se quiere consumir alcohol), y si aún hay que extraer dos gotas para volver a mezclarlas con otro pelotazo de Veterano; no puedo dejar de preguntarme dónde habrá quedado toda la sutilidad del producto inicial y de qué habrán servido las delicadas precauciones tomadas.
Pero esta no es la única incoherencia que observo. Lo “malo” que tiene el estudio del ayurveda es que uno se va convirtiendo en lo que estudia y acaba aceptando la sencillez como norma general. Es entonces cuando surgen las cuestiones: si recomendamos comer fresco y guardar de un día para otro es lo máximo que nos podemos permitir, o si aceptamos que el control de la dieta es la medicina que tomamos cada día, o si decimos hasta la saciedad que hay vivir en concordancia con la estación, el entorno y sus productos, ¿cómo es que luego queremos almacenar una medicina re-tamásizada, hecha con alcohol y sabe Dios qué, en un frasco oscuro, lejos del prana que exigimos tan tajantemente a nuestras zanahorias?
Hay preguntas que no tienen respuesta. Y no me refiero a que no haya nadie capaz de exponer las razones para ello, me refiero a que yo no seré capaz nunca de entenderlas como sí entiendo que en primavera, en la estación del cambio de las energías dominantes, aprovechemos para darnos un retiro espiritual, de vida sátvica saludable y yoga profundo, para deshacernos de los restos del frío invierno y asumir el verano que se acerca dándonos baños de flores; de sus esencias naturales frescas, sin conservantes ni colorantes; aspirando profundamente sus estimulantes perfumes; acariciando su suave tacto o paseando entre ellas con plena consciencia, consideración y respeto por la fuerza vital de sus poderes sutiles, símbolo de lo máximo que puede lograr un organismo vivo.
Más sobre la preparación de productos naturales:
https://laboticaescondida.blogspot.com/p/indicedecontenidos.html
Este último tiene grupo en Telegram donde entre otras muchas cosas se dan fórmulas para hacer Ghee. Muy recomendable.
Videos para la preparación de las flores de Bach.
manual completo flores de bach - Bing video
Webs sobre las flores de Bach
Las 38 flores de BachLas Flores de Bach -
The Original Bach Flower Remedies
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